En Marzo, Betty deja de dirigir el jurásico pricolor. Muchos comentaristas han señalado la clásica actitud de los vividores que es tradicional en el PRI: A rey muerto, rey puesto. Los que hasta hace poco se acostaban en el suelo para que ella se dignara pisotearlos a su paso, ya se fueron a ocupar su pedazo de suelo, pero ahora, debajo de los zapatos de Humberto Moreira, el reciénte dedazo, digo, el recién designado nuevo dirigente nacional.
La bien estudiada pose de moderación política usada por Betty Walls (Beatriz Paredes, para los que no mastican el inglés), da paso a un individuo agresivo y hasta corriente, que llega con los guantes puestos y que sin duda, chocará en el ánimo de la ciudadanía. Ya veremos.
Por lo pronto, a mí me llama la atención el reciente viaje de la Paredes a Cuba donde fué recibida por el coma-andante en persona, privilegio otorgado solo a unos cuantos. Es el último viaje de su gestión y no podía irse sin rendirle la debida pleitesía a su mentor. Total, el pueblo paga. Y me llama la atención, porque antes de ser designado como el siguiente dirigente de la madriguera tricolor, Humberto Moreira ¡TAMBIÉN VIAJÓ A CUBA!. ¿A qué? Sólamente ellos lo saben, entre dictadores se entienden. Posiblemente el viejo zorro les dé instrucciones... u órdenes de cómo hacer las cosas, vaya usted a saber, conociendo como anhela Castro expandir por toda América su remedo de comunismo. A la mejor solo los unge con su bendición.
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