lunes, 31 de enero de 2011

No pudieron en Guerreo

El tema obligado un día después de celebrarse las elecciones en el estado de Guerrero es el revés sufrido por el PRI.  Revés, porque además que daban por seguro el triunfo, perdieron por un porcentaje bastante elevado que no deja lugar a dudas ni les da oportunidad de alegar nada.

Una elección por cierto, que da bastante de que hablar: 

 Por un lado,  el candidato del PRI y el del PRD son primos. Angel Aguirre, el candidato ganador del PRD, hasta hace sólo unos meses era priísta; se fué al PRD después de que la "conclave" priísta, ejerciendo su tradicional dedazo, en lugar de ir a elecciones internas, ungió a Manuel Añorve como candidato "de unidad".

El candidato del Partido Acción Nacional, declinó a favor del candidato perredista a pocos días de las elecciones. Los priístas creyeron que los panistas saldrían a votar por el PRI, pero les falló.  De acuerdo a la cantidad de gente que emitió su voto, sí salieron a votar, pero en su mayoría, no lo hicieron por el PRI.  

  Con excepción de sus más fanáticos seguidores, todos los demás ciudadanos nos hemos dado cuenta que López Obrador ha estado trabajando para el PRI; desconozco si es adrede o no se ha dado cuenta de la consecuencia de sus actos.  Se ha opuesto a todas las alianzas que traten de impedir el retorno del PRI al poder.  En Guerrero, El PRD iba en alianza con los partidos que él mangonea, el PT y Convergencia, sin embargo, a la hora de las celebraciones estuvo ausente.  

Se podrían sacar varias conclusiones, primero, que la dirigencia del PRI  equivocó el dedazo.  Segundo, a los priístas, incluyendo a los que son militantes en otros partidos, les dieron su aplacón.  Tercero, definitivamente, SOMOS MAYORÍA los que no queremos al PRI de regreso.

¿Futuro bipartidismo?   ¿Ustedes que creen?


domingo, 30 de enero de 2011

Ellos sí saben... de economía.

Desde el asesinato de Madero, todo empezó a hacerse con los pies y pensando solamente en el beneficio personal de aquellos que iban tumbando a otros para sentarse en la silla presidencial.  


Los bancos extranjeros, acostumbrados como estaban a tratar con un México que pagaba puntualmente sus deudas bajo el llamado Porfiriato, continuaron por algún tiempo, soltándoles dinero a los  gobiernos post-revolucionarios encabezados por militares,- militares de la época en que hubo más generales que tropas- que se lo gastaron en enfrentamientos armados y festejos por las victorias y derrotas obtenidas.  Ya para 1914, México tenía una deuda pública de alrededor de 600 millones de dólares según datos que han aportado los acreedores de aquella época.

Como continuamente se cambiaba el presidente, según quien ganara alguna batalla; los acreedores no podían cobrar, por lo que urgían a los países y sobre todo al gobierno de E.U. para que fuera reconocido oficialmente alguno de tantos gobiernos y poder oficializar el cobro. Gracias a las gestiones hechas por los acreedores, fué reconocido finalmente el gobierno encabezado por el Gral. Obregón y a cambio, éste, ya como presidente, tuvo que reconocer la duda y aceptar el pago de la misma en PESOS PLATA, además de que  comprometió la renta petrolera de los siguientes años como garantía. Para los años 30's México nuevamente no pudo pagar sus deudas y según consta, no pagó durante toda una década, de 1930 a 1940. Claro, eran los tiempos del atole del nacionalismo más acendrado. El atolito con el dedo fue: Todo se hace por el bienestar de los mexicanos. (Recordarán que del 1934 a 1940 gobernó Lázaro Cárdenas, icono de los priístas y que merece una entrada aparte por la inmensa cantidad de atole suministrada a los mexicanos en ése período de socialdemocracia, no se les olvide la palabrita).  

Nuevamente, presiones de cobro a los morosos  que ahora le llaman reestructuración de la deuda y que todos sabemos,   son una exposición pública del deudor que ocasionaría   vergüenza a quien la tuviera se volvieron costumbre.  La etiqueta de morosos y malos para pagar,  no se la quitaron a México hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando a cambio de cooperar con Estados Unidos y los aliados, se hizo una rebaja sustancial a la deuda y a los intereses que se habían acumulado.  Se condicionó tal  beneficio, a una estricta supervisión norteamericana en el manejo de las finanzas mexicanas y al acceso y uso de puertos y pistas de aterrizaje en territorio mexicano, así como también, al papel que debía representar México ante el resto de Latinoamérica, teniendo  la obligación de cabildear el  apoyo de los países latinoamericanos para la causa de los aliados.  Esa permisividad priísta que rayó en indigna sumisión sobre nuestra soberanía, los que se abanderan con la Doctrina Estrada, no la mencionan cuando hablan de que "saben gobernar".  El atole: "cumplimos con nuestra responsabilidad internacional en tiempos difíciles para la humanidad". 

El período de 1946-1962, es el que los priístas presumen como "el período exitoso de México" y corresponde al período de estricta supervisión norteamericana acordada durante la Segunda Guerra Mundial. Como siempre, saludando con sombrero ajeno, como siempre, tergiversando los hechos para seguir dando atole con el dedo. No obstante tanta presunción de éxito, en 1954 hubo una gran devaluación del Peso y el Banco Mundial suspendió los créditos a México y nuevamente estuvimos en la lista negra de incumplidos. El atole administrado entonces, se llamó: "desarrollo estabilizador".  

Para poder progresar en el México priísta, se necesitaba tener "buenas relaciones" con el régimen. "A mis amigos todo, a los demás, la ley", la frase favorita del régimen priísta, en boca de Gustavo Díaz Ordaz, el autor entre otras cosas, de las sucesos en Tlaltelolco en 1968.  De ésa buena amistad, empresrios cercanos al partido, obtenían permiso para hacer prácticamente cualquier tipo de transa. Empresarios que compraban bancos y bancos que compraban empresas y todo quedaba en familia.  Los honrados funcionarios recibían su parte y el resto de las ganancias...para el extranjero.  El atole de ése tiempo era que "la economía mexicana era capaz de autofinanciarse". No se explica como eran capaces de decir ésto, si enormes cantidades de dinero se iban a bancos extranjeros.

Bajo Luis Echeverría, los bancos privados, así como los bancos del gobierno (Banobras, Nacional Financiera, Banrural, etc.) pedían dinero prestado al FMI, BID, Banco Mundial, así como a EximBank del gobierno de Estados Unidos que cobraban en ésa época intereses bajos, para hacer préstamos en México a interés elevado. Como el gobierno de México no podía directamente pedir prestado debido a su enorme deuda exterior, las empresas paraestatales como PEMEX y CFE, sirvieron de pantalla y se endeudaron para prestarle al gobierno, convirtiéndose en la caja chica. El gobierno podía así, disponer de dinero que nunca pasó por las vías normales de aprobación de presupuesto por los diputados, y por tanto,  nunca se sabrá cómo ni en qué se utilizó.  ¿Más atolito?

En 1972 empieza lo peor. Según cifras oficiales que nunca han estado cerca de la realidad, México debía 7,000 MMD (Miles de Millones de Dólares), en 1974, ya eran 14,000 MMD y en el período del presidente que prometió "defender el Peso como un perro" José López Portillo, se acumuló una deuda que rebasaba los 82,000 MMD. ¿Para qué tanta deuda?  pues para sostener un ficticio crecimiento económico y sostener la expansión del corporativismo de las empresas estatales  "administradas" por allegados al régimen sin ninguna capacidad administrativa pero muy "apegados a los ideales de la robolucion".  


El atole fué: "un histórico crecimiento económico". Lo que no aclararon fué si se trataba del crecimiento de sus cuentas bancarias.  Todo ésto, sin contar todavía con el robo descarado que se le hizo al pueblo de México al nacionalizar la banca y al expropiar  (robar) las cuentas en dólares de cuenta-habientes mexicanos por una suma mayor a los 6,000 millones de dólares . 
 Obviamente, los capitales extranjeros y mexicanos, salieron huyendo del país.

Bajo el mandato de Miguel de la Madrid Hurtado, para pagar las deudas contraídas por su antecesor, se aplicaron medidas económicas liberales impuestas por los bancos acreedores (BM; FMI,BID, etc.) que si bien, sirvieron para ir pagando la deuda, no alcanzaron para poder invertir en el país. Los ingresos derivados de la venta de petróleo, se destinaron íntegros al pago de la deuda. Este presidente, no dejó pasar la oportunidad de demostrar su habilidad financiera  y destinó el dinero recaudado de los impuestos para rescatar empresas privadas. Sin ninguna consideración, los impuestos del trabajador fueron para los empresarios que irresponsablemente se habían endeudado bajo el influjo de la borrachera jolopista.  ¿El Atole? "tenemos que ayudarlos para que le paguen a sus pobres empleados".   Posición muy privilegiada la del trabajador bajo éste sexenio, pagarle a sus empleadores para ver si les dejan conservar el empleo. 


Pero no paró ahí. Como la Banca estaba recién estatizada o mejor dicho, apropiada por el gobierno, MMH dispuso del crédito que ésta tenía para emitir deuda interna (pedir prestado a particulares) con tasas de interés a pagar irrazonablemente altas. Muchos de los reconocidos multimillonarios mexicanos actuales lograron serlo gracias a las dotes administrativas características de los presidentes del jurásico tricolor. Jamás sabremos a cuanto ascendió la deuda real, pero ahora sí sabemos que se tenían que pagar 14,400 MMD anuales ¡sólo por concepto de intereses! Es obvio suponer que no se gastó en infraestructura, en salud, en servicios al ciudadano.


Menos mal que SIEMPRE han estado defendiendo los intereses de los más necesitados. ¿Se imagina si no hubieran sido nuestros defensores?

La pesadilla siguió con Salinas de Gortari. A éste ya todos  lo conocen. Las transas financieras utilizadas en ése sexenio parecería que fueron muy complejas y sofisticadas, pero poniéndolas en palabras entendibles por todos, se usaron medidas neoliberales para atraer dinero a México, pero se usaron las viejas mañas para repartírselo entre ellos. La Bolsa Mexicana de Valores  tenía inversores y grandes capitales de origen dudoso.  A pesar de la entrada de dinero y de la actividad de la BMV, la deuda de México en 1994 era superior a 122,000MMD.   El atole salinista: "pronto dejaremos de ser un país tercermundista".  Tal vez su intención era hacernos quintomundistas. 


Zedillo medio trató de enderezar el barco, pero la realidad, es que recibió un gobierno con una deuda GIGANTESCA que a diferencia de las anteriores crisis, ésta tenía que ser pagada a CORTO PLAZO. En pocas palabras, estábamos como al principio del priato, con una enorme deuda vencida y que no teníamos con que pagar... ¿qué le quedaba por hacer a Zedillo? Pues lo que ya se había hecho antes, tantas y repetidas veces y sin vergüenza alguna: pedirle a los gringos.  

 Nuevamente, la soberanía se comprometió, pues con tal de recibir la ayuda, se acordó: 

 de manera irrevocable que el gobierno de México se sometía a la jurisdicción exclusiva de la Corte del Distrito de los Estados Unidos localizado en el Distrito de Manhattan, Nueva York, renunciando a cualquier otro tribunal. Por si ello fuera poco, se obligaba a México a renunciar a cláusulas claves respecto a la inmunidad del embargo precautorio incluidas en el Código de los Estados Unidos. 

Como lo documentan estudios que se han realizado por diferentes investigadores, DESDE sus inicios, ya sea  como PNR, PRM o PRI, se han caracterizado por no saber manejar las finanzas públicas como no sea a su favor. Y es que éso de administrar pensando en los mexicanos, a los priístas nomás no se les dá. Lo de ellos, lo de ellos, es dar atole con el dedo. ¡Eso sí que han sabido hacerlo!  En cada sexenio, endeudarse hasta las cachas, total, ahí está el pueblo que pague.


Como la mayoría de los mexicanos, yo también he padecido  los efectos, pero desconocía los detalles de tanta "pericia administrativa" a la que nos han expuesto los que dicen -y lo peor es que se lo creen- que saben gobernar.


Entre varios artículos de estudios que se han publicado sobre el tema, destaca  por su claridad para los que no conocemos la terminología financiera, el titulado Antecedentes: La deuda externa de México desde la Revolución 1910-1920 hasta la Segunda Guerra Mundial que consta de dos partes, la segunda va desde la Segunda Guerra Mundial hasta el 2000. 
A mí no me lo crea, aquí le hago el resumen, pero puede leerlo completo en:


Si el enlace no le funciona, busque ahí mismo deuda externa de México. 

  También, hay innumerables artículos bien documentados en páginas como Asuntos Capitales y Contrapeso, entre otras muchas.


¿Qué queda decir después de conocer éstos datos?


Gracias a Dios, y a nuestra entereza y capacidad de tolerancia ante tanta adversidad,   ¡SOBREVIVIMOS!


La gran pregunta es ¿quien se anima o se atreve a volver a ser "gobernado" por ellos?


¡Conmigo no cuenten!

viernes, 28 de enero de 2011

¿Qué nos pasó?

¿Cuanto tiempo será suficiente para que el gobierno de un país logre sentar las bases del desarrollo sostenido de ése país? 

Veamos historias de naciones como las de Israel o Japón.  La primera se fundó apenas a mediados del siglo pasado alrededor de los años de la Segunda Guerra Mundial. Resulta impresionante ver cómo Israel, a pesar de estar ubicada en un territorio árido y poco fértil, en menos de 50 años es un país exportador de ciertas frutas y carnes, con un desarrollo tecnológico formidable, una educación de primer nivel, una economía sólida y un nivel de vida muy superior, no obstante estar en lucha casi permanente con sus vecinos por cuestiones político-religiosas.  Japón por su parte, fué prácticamente destruído también durante la SGM, y al igual que Israel, en menos de 50 años se han reestructurado, se han levantado de la nada y hoy en día los japoneses son una potencia tecnológica y económica.  Admirables, sencillamente admirables, tanto su gente como los gobiernos que los han dirigido. 

¿Qué pasó con nuestro país?

Tenemos un territorio envidiable con costas, montañas, tierra fértil y bondadosa, agua en abundancia-algunos lugares más que otros-, diversidad en flora y fauna, bosques, pesca, clima agradable en la mayor parte; tenemos minerales, oro, plata, y hasta petróleo; además de una larguísima lista de atractivos, tantos, que siempre hemos estado en la mira de muchos y hasta han atravesado el Oceáno con el fin de intentar apoderarse de  ésas riquezas.  A finales del Siglo XIX y primera década del Siglo XX,  estuvimos a la cabeza en desarrollo, inversión, infraestructura ferroviaria, había llegado la luz y el teléfono, las máquinas de vapor y eléctricas, teníamos una moneda fuerte y pocas deudas.  ¡qué pasó? ¿A dónde fué a dar todo éso?  ¿por qué no seguimos avanzando?

Por otra parte y sin faltas modestias, somos un pueblo arraigado, trabajador, creativo, ingenioso para solucionar problemas, nuestra población en su mayoría es joven, en edad productiva  y sin embargo, no acabamos de salir del hoyo... ¿Qué nos pasó?

¡Nos pasó el PRI!

¿o alguien tiene una mejor explicación?


miércoles, 26 de enero de 2011

JUSTICIA ELECTORAL


Después de las elecciones del 2006 donde el candidato del PAN ganó por un pequeño margen sobre el candidato del PRD que se sentía ganador; el PRI y éste último partido se aliaron para hacer mayoría en el Congreso y así, hacer unas reformas a la ley electoral que solamente les favorecerían a ellos, los partidos, y por ende a sus políticos, pero  limitabarían grandemente los derechos los ciudadanos. 

Esa reforma fué aprobada por los partidos "revolucionarios" y salió a la luz en el 2007.  Analistas de todos lados concluyeron que con ésa pseudoreforma, se había eliminado a la democracia para dar paso a la PARTIDOCRACIA,  ésto es, el poder en manos de los partidos. 

 Esa "reforma", cuya resolución legal actualmente se encuentra en el Supremo Tribunal, fué impugnada, primero, por algunos intelectuales y más tarde se ampararon también Televisa y TV Azteca así como otras cadenas de radiodifusión, ya que además de atentar contra la libertad de expresión, también afectaba económicamente a dichos medios por limitar la cantidad de propaganda que podían transmitir y con ello, sus ingresos monetarios. 

 ¿Usted se amparó?  Yo tampoco.  La inmensa mayoría de mexicanos no nos amparamos, a pesar de que dicha ley afecta nuestros derechos al restringirnos expresar nuestras dudas, preferencias políticas y opiniones, y por si fuera poco,  además nos prohíbe delatar o  poner sobre aviso  a los demás ciudadanos sobre algún acto delictivo relacionado con algún candidato, ya que estaríamos afectando los derechos del candidato...Aunque usted no lo crea.  

Si usted sabe y le consta que tal o cual candidato es un ratero ó asesino, está asociado con el narcotráfico, que maltrata a su mujer, que manosea niños, que reparte despensas, materiales de contrucción o de plano dinero para comprar votos, que le da dinero a ciertos medios para que todos los días lo saquen en la foto o en las cámaras,  etc.;  ni se le ocurra expresarlo públicamente, pues podría  ir a parar a la cárcel  por "calumniar" a algún honorabilísimo candidato. 

Por otra parte, si el Supremo Tribunal falla a favor de los que se ampararon, tendremos legalmente ciudadanos que pueden ejercer la democracia sin restricciones y todos los que no nos amparamos, tendremos que quedarnos calladitos, porque estaremos sujetos al engendro de reforma que se hizo en el 2007.   Unos sí y otros no. Todo un ejemplo de  igualdad, justicia, y democracia dignas de un país como el nuestro.  ¿Qué le parece? 



Se acercan elecciones importantes en varios estados donde el PRI y el PRD  quieren ganar.  
¿Se aplicará la ley?  ¿Cual ley se aplicara?  ¿La de los amparados o la de los partidos? 

Y uno se  tiene que preguntar: Y nosotros, los ciudadanos, los que los mantenemos con nuestros impuestos, nosotros  ¿CUANDO?


¿No se le antoja un atolito?



martes, 25 de enero de 2011

La Revolución.

Según la RAE (Real Academia Española), la palabra revolución significa:

1. f. Acción y efecto de revolver o revolverse.
2. f. Cambio violento en las instituciones políticas, económicas o sociales de una nación.
3. f. Inquietud, alboroto, sedición.
4. f. Cambio rápido y profundo en cualquier cosa.

Como todos sabemos, o mejor dicho: como todos los mexicanos deberíamos de saber, el Presidente Porfirio Díaz, que gobernó las últimas décadas del sigo XIX y la primera del Siglo XX, logró un gran desarrollo para México durante su largo mandato, pero no permitía la participación de otras fuerzas políticas que equilibraran el poder, consiguiendo con ello una gran desigualdad social y convirtiéndose en un dictador. La Revolución Mexicana como tal, fué el movimiento político que se suscitó en México para derrocarlo, ya que el presidente Díaz, a pesar de haber asegurado que entregaría el poder, se reeligió para otro período mas y éste acto, considerado provocador, fué lo que derramó la gota.

Don Francisco I. Madero, un rico comerciante del Norte, fué el que encabezó dicho movimiento mediante una campaña anti-reeleccionista que la gran mayoría de los ciudadanos apoyó. Una vez derrocado el Presidente Díaz, el candidato natural lo era el propio Madero, así que tras un breve interinato, fué proclamado presidente tras celebrarse elecciones. Madero era demasiado idealista, y tal vez no previó que una vez caído Porfirio Díaz, las hienas al acecho a las que éste había mantenido bajo control, iban a empezar una lucha sangrienta para obtener el poder, temor que el mismo Porfirio Díaz expresa en su carta de renuncia a la presidencia.

De ésa lucha por el poder que se desató, resultó traicionado y asesinado Madero, que murió sin ver realizado su sueño de democracia. Lo que la historia nos cuenta a partir de ahí, es una serie ininterrumpida de un "quítate tú para ponerme yo" que duró casi veinte años, hasta que ascendió a la presidencia el general Plutarco Elías Calles, quien viendo que la lucha interna solo estaba sirviendo para debilitarse mutuamente, se le ocurrió juntar a todas las facciones revolucionarias que se peleaban por el poder bajo un mismo partido con la promesa de relevo en el poder entre los líderes y repartirles hueso a todos. Así nació en 1928-1929 el PNR, Partido Nacional Revolucionario, mismo que en 1936, bajo la dirección y por intereses de otro militar, el general Lázaro Cárdenas del Río, cambió de nombre a PRM, partido de la Revolución Mexicana, que vuelve a cambiar de nombre en 1946 al actual PRI, todos ellos usando como color partidario, los colores de la Bandera Nacional, argucia que confunde, subrepticio psicológico para asociar la mexicanidad con un partido político.

Así, de la intención original de evitar que Díaz se perpetuara en el poder para poder así dar paso a la alternancia política y con ello a una verdadera democracia, se pasó a unificar y privilegiar la ambición de unos cuantos en el poder, por encima de los intereses y necesidades de toda una Nación.

La fundación del PNR, fué nuestra primera dosis de atole tricolor.

lunes, 24 de enero de 2011

Mexicanos, fusión cultural.

Los mexicanos somos el resultado de la fusión de diversas culturas indígenas con la cultura española y en algunos lugares de nuestro país, también con la cultura africana. Como mexicanos, recién cumplimos 200 años de serlo. Antes de 1810, nuestro territorio ni siquiera se llamaba México, ni era nuestro. El territorio se llamaba Nueva España y pertenecía a la Corona Española. Así como sentimos parte de nuestro ser la herencia indígena ¿qué mexicano no come tortillas?, igualmente, forma parte de nuestro ser la herencia hispánica: idioma, religión, arquitectura, etc. Lo mismo ocurre en zonas costeras, donde además, la influencia africana es parte de la cultura regional y que percibimos en la manera sincera de ser de los costeños y su amor por el baile y la música. Debemos conocer y aceptar de donde venimos para poder determinar hacia dónde queremos ir.

Históricamente, México no es la excepción. Al igual que en todos los países del mundo, nuestra historia política es el relato de las luchas entre rivales para obtener el poder, el control total. Luchas en las que participan muchos y sólo unos cuantos ganan. Estos pocos ganones, se valen de todas las argucias, planteamientos, tergiversaciones y promesas que nunca cumplirán, para convencer a ésos otros muchos para que los ayuden a ascender y de los cuales se olvidarán poco tiempo después de lograr su objetivo.
Esos pocos tienen mucho en común entre sí. Básicamente, son depredadores innatos que no vacilarán en traicionar, doblegar, humillar, amenazar, despojar y hasta, llegado el caso, asesinar a quien se interponga en su camino. La historia de México desde sus inicios prehispánicos, es una historia de traiciones, sin embargo, los distintos historiadores, la han matizado de heroicidad, romanticismo o nacionalismo según haya convenido al gobernante en turno, pero ahora que hemos conquistado algo de libertad de expresión, surgen investigaciones que contradicen lo que nos enseñaron e hicieron creer por muchos años.

Es necesario conocer la verdad. Afortunadamente, hay muchos mexicanos que han dedicado tiempo y esfuerzo en estudiar los sucesos y recopilar datos que nos presentan desinteresadamente y que nos ayudan a ampliar nuestros conocimientos.
Tal es el caso del Ing. Manuel Aguirre Botello, autor de la página www.mexicomaxico.org, en donde presenta una interesante recolección de datos que todos debemos conocer, llamada LA SUPER-TABLA BICENTENARIO 1810-2010. Los invito a darle un vistazo.

domingo, 23 de enero de 2011

¿Falta de memoria o importamadrismo?

Muchos de mis compatriotas repiten por ahí una de las atoleadas más frecuentes utilizadas por militantes del partido que aspira a volver a gobernarnos a partir del Primero de Diciembre del 2012:
México es lo que es, gracias al PRI.

Si lo analizamos un poco, tienen razón.

México pudiera ser un país cuyos habitantes tuviéramos una mejor calidad de vida, una mejor educación, una producción industrial, agropecuaria, energética y petrolera de primer mundo; un país competitivo, justo, cuyos ciudadanos gozáramos de salud física y mental, seguridad, infraestructura y libertad económica para disfrutar de  lo que nuestro país nos ofrece. Un país sin corrupción, con instituciones dedicadas al bienestar común, sólido económicamente, con leyes bien pensadas, con justicia para todos y no nada más para unos cuantos, con educación de primer mundo, sin miedo a progresar y sobretodo, democrático.

Pero lejos de todo éso, hoy somos lo que somos... gracias al PRI.