domingo, 19 de junio de 2011

Magazos de las finanzas

No se necesita ser un genio para saber que no se debe gastar más de lo que se tiene o de lo que se percibe.  Todos sabemos que para vivir sin demasiadas presiones económicas, debemos ajustarnos a lo que ganamos,  elaborar un presupuesto de gastos  y ahorrar hasta donde sea posible.  Los ahorros servirán para dos propósitos, como respaldo para obtener un préstamo y lograr un bien mayor como una casa o un changarro, o bien, para solucionar emergencias no previstas, como un accidente o enfermedades.

Los créditos son buenos (préstamos, tarjetas, fiado) solamente si tenemos la capacidad de pagar cómoda y puntualmente el monto que nos comprometimos a pagar sin alterar el presupuesto que tenemos destinado a gastos escenciales, como la comida, vivienda, transporte; de otra manera, estaremos  arriesgándonos a pasar un buen susto.

Los gobiernos priístas, fueron incapaces de entender y poner en práctica éstos simples y fundamentales conceptos.  En 71 años en el poder, sencillamente no lo lograron... Muchísimo menos iban a entender otros conceptos que tienen que ver con las relaciones económicas de México con el mundo exterior.  No se les dá y así lo demostraron, es más, lo siguen demostrando a nivel de gobiernos municipales y estatales.

En la perversa mezcla que son, entre hermanitas de la Caridad, minimonarcas y mesías ignorados, se les fué en repartir lo que no era de ellos, desfalcar y dilapidar los ingresos por concepto de contribuciones así como los obtenidos por venta del petróleo, recurso que siguen diciendo que es  de "todos los mexicanos".  Expropiaron empresas para "crear riqueza y empleos", la riqueza se la quedaron y los empleados los sindicalizaron para tener el control del "proletariado".  ¿Como iba a crear riqueza una empresa en manos de cualquier corrupto político que hubiese llegado a la dirección de dicha empresa por dedazo y sin la menor idea del manejo empresarial?  Cuando las empresas empezaron a tener pérdidas, en lugar de sanearlas, venderlas o contratar un administrador externo, torpemente las sostuvieron inyectándoles dinero proveniente de deudas que  contrajeron con ése propósito, dinero del petróleo ya sea usando los excedentes, o comprometiendo a futuro la renta petrolera y hasta imprimiendo billetes sin respaldo en reservas, con las consecuentes devaluaciónes, inflaciónes y crisis económicas generalizadas.  Cuando ya no fué posible sostener tantas empresas que así operaron, entonces se remataron a precio de risa.  OBVIAMENTE, los favorecidos compradores de dichas empresas eran inevitablemente, amigos del régimen y en muchos casos hasta prestanombres de los mismos funcionarios.  

Todo el dinero de "nuestra" riqueza petrolera fué usado para sostener una artificial industrialización que era la supuesta base del desarrollo, todo para aparentar una capacidad administrativa que jamás tuvieron... y a juzgar por los resultados recientes en Estados y Municipios desgobernados por el PRI, todavía no la tienen y como dijo Don Teofilito, ni la tendrán.

Ya desde el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz, el Peso estaba sobrevaluado, lo que hacía que las mercancías producidas en México fueran de difícil venta por ser caras, pero además, eran de pésima calidad debido a factores como directores de empresas sin capacitación ni idea de cómo operar una empresa, fábrica, distribución, control de calidad, etc., así como a obreros que eran más borregos de mítines políticos que operarios capacitados, pero que gracias a los sindicatos gozaban de todas las prestaciones que no merecían.

¿Quien no recuerda camisas que al estárselas estrenando, se quedaba uno con los botones en la mano? ¿O juguetes que se rompían tan pronto los niños abrían sus regalos?  Si algo se compraba con desperfectos, no había manera de exigir su reposición, sencillamente, uno perdía el dinero.  Tristemente, aunque por razones distintas, nuestra mercadería era como las Chinaderas que llegan hoy en día a los tianguis mexicanos.

¿Reservas monetarias?  ¿De dónde? Todo se iba en las tres "D": se Desaparecía, se Desfalcaba o se Dilapidaba.   

Sexenio tras sexenio, el partido que se dice asumir las "causas revolucionarias", el que dice preocuparse por el "bien social y las clases más necesitadas", se dedicó consistentemente a robarse y malgastar el dinero que  pudo haberse destinado a combatir la pobreza, a mejorar la salud de los mexicanos, a educar...  

Y todavía quieren volver...  ¿A qué? ¿Para qué?


No hay comentarios: